La modificación que las personas de las distintas generaciones han visto expresadas en su relación con los objetos, con el trabajo y las otras personas, a partir del confinamiento, incrementó algunos comportamientos y profundizó algunos rasgos. Se ha dado en llamar los “post-pandemial” a las personas que profundizaron, afianzaron o generaron rasgos de comportamiento diferenciales a posteriori del inicio de la pandemia. Entre ellos han tomado auge aquellos que he dado en llamar los “GANICOS”, son las personas que desde niños fueron alentados a vivir según sus ganas, rasgo que se acrecentó en la adolescencia y la juventud y que ha tomado fuerza con las prácticas de ir “de la cama al living”. Incluso, se encuentran confortados y justificados con el hecho de que para “conservar la salud”, se limitan en las interacciones.
Cada ser humano genera un tipo de relación particular con su espíritu y su cuerpo. En estado de conciencia, cada uno va eligiendo las sucesivas transiciones, los “mientras tanto” a experimentar hasta alcanzar los estados transformacionales, los cambios, las metas a los que aspira.
Es importante comprender el concepto de “ir eligiendo”, de las consecuencias de lo que se elige, de la responsabilidad que se asume por cada minuto de la vida o de la experiencia. Elegir atañe a la esencia de lo humano, al libre albedrío y a la aceptación plena y natural de que la elección trae un tipo de pérdida. La consciencia de que todo no es posible y “hay algo que perderse”, es una construcción personal y una fortaleza.
Los “GÁNICOS” se incluyen dentro del grupo las personas que se mueven de acuerdo a lo que tienen “ganas” en el momento, ahora. La percepción dirige la relación con el mundo que en general se teje entre dos polos opuestos: me gusta o no me gusta; quiero o no quiero, tengo ganas o no tengo ganas. Fluyen entre los extremos. En confinamiento, los “GANICOS”, han puesto en práctica el ejercicio de ir de la cama al living; han sabido transformar el “home office” en “bed office”. Han visto como un logro honrar la situación de trabajar sosteniendo de la cintura para arriba un tipo de fachada que, en el curso del día, va perdiendo consistencia. A nivel de las empresas se encuentran en las antípodas de trabajar con no por “objetivos”.
Aunque se podría imaginar que quien hace lo que le da ganas alcanza niveles elevados de realización y felicidad. En cambio, lo cierto, es que los “GANICOS”, van perdiendo vitalidad, noción de realidad y la posibilidad de alcanzar algún nivel de acción en el proceso de transformación comunitaria. Su motivo de consulta es justamente la ausencia de objetivos y la abulia.
Del abuelo que se sentía “obligado” ha hacer las cosas, al nieto que hace lo que le da la “gana” se fueron trazando variables: disfrutar de la tarea, de la profesión, de los talentos y vivir de de ellos; hacer una tarea que no aporta en lo subjetivo, pero, que permite construir en servicio con otros, en comunidad o disfrutar de crear en los tiempos libres. Siempre existe la posibilidad de transitar los medios, de visualizar la conveniencia de la autonomía personal, de ser y hacer siendo funcional a las propias metas o intereses. No siempre hacer lo te da “ganas” resulta conveniente, suele darle un espacio a los impulsos autodestructivos y generar un estado de vacío que cierra la pulsión creativa.
Hacer lo que hagas al “100 X 100”, es una buena alternativa. Quedarse en la cama si es necesario descansar o en el living, con la impronta de que será un tiempo de “barbecho”, de conectar con los potenciales, de relajarse o la oportunidad para organizar las acciones, o tomar “envión”, también lo es.
Trabajar desde la cama, estudiar desde la cama, tener solo medio cuerpo vestido para conectar con los compañeros o jefes o docentes; conectar en las plataformas de trabajo sin imagen o sin sonido; lleva por el camino del desánimo progresivo, la participación va bajando, los compromisos, el conocimiento, paulatinamente se deja de ser confiable para los otros, cunde la desesperanza.
Entonces, simplemente observa:
1.- Haz lo que te conviene, lo que es funcional a tu vida, a tus proyectos, a tus objetivos.
2.- Observa que le estás brindando al mundo, a la comunidad, qué aportes, que marcas estas dejando.
3.- Si elegís manifestar como un “GANICO”, simplemente pensá a qué intereses le sos funcional.
4.- Si formás parte de una empresa o de una institución educativa, sabe que la vitalidad de la misma se mide en relación a la cantidad de “GANICOS” que la componen.
Con el Equipo de Mudar nos encontramos abocados al estudio de las Motivaciones y trabajando con empresas e instituciones con el objetivo de alentar posturas dinámicas, sustentables y acordes a impulsar la vitalidad en los tiempos que corren.
