Cada dos o tres días el ciclo de las emociones cambian y atrás cambian los pensamientos y en consecuencia las acciones. Querer dominar las emociones y pensamientos de los otros resulta frustrante. Comenzamos por reconocer las emociones que experimentamos con frecuencia, identificar y elegir las que queremos experimentar y profundizar. Es posible hacer el ejercicio de ponerlas sobre la mesa y hacerlas tema de conversación con quienes vivimos y con nuestros compañeros de trabajo.
Lo complejo de las emociones es cuando vienen como oleadas y se hace difícil detenerlas. Es frecuente preguntarse no se porque me dio tanta risa, o porque no puedo parar de llorar. Es imposible no integrar las emociones a la vida, aunque no se quiera darles un lugar, ocuparnos de ellas, ahí están. La inquietud emocional puede experimentarse como un camino sin salida, con frecuencia no se experimenta asociada a pensamientos, como es el caso de la angustia que descarrila en forma automática. Si se experimenta asociada a hechos, con frecuencia es una asociación “traída de los pelos”, los hechos ya han pasado y la inquietud emocional es ahora, no es necesario buscar una causa. Es necesario quedarse con ellas, simplemente hay que reconocer su existencia.
Estar en contacto con la tierra, sembrar, preparar la tierra; hacer un servicio, acompañar a alguien que necesite la presencia desinteresada, produce emociones integradoras. Las técnicas respiratorias y la meditación ponen en caja las emociones, traen claridad, de alguna manera purifican las emociones.
Una tarea es llevar un registro personal de los ciclos de emociones tal como se van presentando. Ayuda a aliviar y descongestionar tensiones. Algunas prácticas físicas como bailar, hacer Gym, sacudirse ayudan a liberarlas.
La pausa entre ciclo y ciclo da un respiro, un descanso. Y una posibilidad de pensar y tomar decisiones nuevas para abordarlas cuando regresen. Sabiendo que la emoción es más fuerte que la promesa. Por lo que la paciencia es la aliada.
Compromiso y emoción: Al estar en casa, es difícil lidiar con las emociones, el hogar es el espacio en el que tienen permiso para expresarse incluso en forma desordenada. Cuando hay agotamiento o confusión, la mente tiende a mezclar. El compromiso ayuda a mantener el camino, ir en la dirección elegida, separar una cosa de la otra, surfear las emociones, salir adelante, y atravesarlo. No se trata de negar, sino de a pesar de todo, avanzar junto a todo.
Tips
- Las emociones nos constituyen, carecer de vida emocional se llama “alexitimia” es una enfermedad, hay que aceptarlas, disfrutarlas, compartirlas.
- Cuando las emociones se mezclan con los pensamientos y la actividad desordenan, es bueno observarlas y separar.
- El enojo, la furia o la queja acompañan estados de impotencia o fragilidad, reconocer las fortalezas personales o reconocer a los otros sus fortalezas ayuda a disminuir su potencia.
- Las cataratas de emociones que acompañan situaciones de desvalorización personal o de otros conllevan a expresiones violentas, decir de buena manera o esperar un tiempo para decir, es saludable.