El confinamiento ha puesto a los líderes de empresa en apuros, una cosa es generar empatía y feedback en presencia y otra es a la distancia a través de la imagen que ofrece el monitor o con las interrupciones de baja señal atravesando las comunicaciones. Como se mueve, los gestos, la forma de acomodar el escritorio dicen mucho sobre una persona, dan una información que ayuda a discernir si es hoy el día para comunicarse en profundidad o es mejor dejarlo para otra oportunidad.
La correcta gestión de un equipo de trabajo es fundamental para el crecimiento de la empresa. ¨El líder debe saber en qué son buenos sus empleados, cuáles son sus competencias, y en qué aspectos necesitan un impulso; además de saber en qué están en el ámbito personal¨, señaló la ejecutiva de Adecco.
El confinamiento ha hecho resurgir otros líderes, personas que se han sentido con fuerza para defender su actividad, su rol y han florecido en estas circunstancias. Es el momento para identificar fortalezas, debilidades y el poder de transformar. El replanteo del estilo de gerencia que requiere la empresa u organización en este momento perfiló nuevos influencers.
Actividades de coaching y capacitaciones inhouse realizadas por “Mudar”, resultan herramientas muy útiles a la hora de definir los requerimientos de los roles gerenciales, se han perfilado y reconocido nuevas habilidades y ahora se está en situación de que estas se afiancen, encuentren continuidad.
El nuevo equipo de trabajo, diseminado en el espacio de la ciudad o más allá, requiere encontrar la forma de conectarse, en el momento oportuno para producir las devoluciones, chequear resultados y ajustar manifestaciones (apuros, desganos). Comunicarse en forma sincera testimoniando las dificultades, lo que se necesita, aquello que produce incomodidad, no solo se relatan los finales felices.
Tips para generar equipos que den respuesta a las nuevas circunstancias:
1.- Moverse entre el personal libre de prejuicios, abriendo la mente, no esperando encontrar en el otro a quien se encontraba en el espacio de la oficina.
2.- Apoyarse en quienes han demostrado más entusiasmo en la organización de la tarea en contextos no convencionales.
3.- Bajar el trabajo en orden de prioridad y darlo con propuesta de tiempo. Es decir, no es buen momento para corretear a nadie ni apurar, en la casa o en el trabajo todos tienen algún tipo de incomodidad.
4.- Observar con visión panóptica, desde arriba, no juzgar. Tomar determinaciones que movilicen o sorprenden luego de haber enfrentado el momento presente.
5.- Privilegiar las comunicaciones, nunca es mucho el tiempo que se dedica a comunicar, informar, poner al corriente, es lo que hace que todos se sientan ejecutores activos.