Los gobiernos han profundizado su preocupación por el estado emocional de los ciudadanos, y las organizaciones continúan el camino contratando servicios que aseguren algún tipo de bienestar a su personal, les preocupa incrementar conciencia respecto de la alimentación, el descanso, la respiración, relajación, y alcanzan incluso, la relación de las personas consigo mismos.
Gran Bretaña entre otros países del mundo mide el estado de Bienestar, otros han creado “Ministerios de la Soledad”. Combatir el encierro, la soledad y la desesperación se ha vuelto un objetivo a nivel macro y micro porque afectan el auto valimiento y el desarrollo social.
El confinamiento obligatorio y aquel otro, voluntario, que estimula el miedo a la enfermedad o a la muerte, han establecido variantes en las relaciones entre las personas ya sea inter o intra familiares como laborales.
En el inicio trabajar en casa parecía imposible y hacía rebotar a las personas; ahora las dudas y las resistencias a volver al trabajo pueblan la escena de las relaciones laborales y familiares; situaciones estas para las cuales, las organizaciones, empresas, instituciones, familias, necesitan prepararse.
Es necesario para la comunidad diseñar intervenciones productivas que modifiquen los indicadores de vulnerabilidad comunitaria. Y también lo es para las empresas, de una manera que excede los “protocolos” diseñados para conducirnos en seguridad en el nuevo escenario.
El abandono de sí mismo que toma la forma de un “dejarse morir”, es una de las formas que asume la falta de compromiso. Se abandona la tarea, el trabajo, las actividades que mantienen conectado al mundo y luego, a la familia, los amigos; por último los cuidados personales y al propio cuerpo.; la entrega de órganos vitales a enfermedades deteriorantes o de recursos personales se encuentran incluidos.
El interés por el trabajo vuelve cuando es posible estimular los talentos individuales y brindar espacios para que lo nuevo sea integrado, cuando se impulsa la renovación de los procesos o se estimula la creación de otros para avanzar por caminos diferentes. El interés por los amigos y la familia retorna cuando es estimulado por celebraciones, alimentos y música compartidos, aquello que trae alegría y suaviza las emociones del corazón.
En los lugares en los que se espera que compartan o transiten personas es importante que se respire confianza, se manifieste alegría, reine el espíritu cooperativo.
Considerar:
1.- La necesidad de tomar conciencia de las nuevas legalidad que rigen las relaciones interpersonales y la relación de las personas con los objetos.
2.- La importancia de contar con un tiempo claramente disponible para sostener el propio cuerpo (baños, descanso, alimentación, recreación, actividades espirituales)
3.- Promover el trabajo en equipo en empresas e instituciones aún cuando cada uno se encuentra trabajando en su casa.
4.- Estimular el reconocimiento de talentos y habilidades individuales y observar la posibilidad de que tengan desarrollo o impacto comunitario.
5.- Promover encuentros con fines deportivos o sociales dentro del equipo de trabajo.
6.- No es momento de ahorrar esfuerzos, es el momento de invertir en actividades para el personal que liguen a las personas, las autorice a reconocerse en sus potenciales y a reconocer a los otros, y los transforme en agentes de evolución para la empresa y para si mismos y su contexto.