Dra. María Viviana Torres
Anclados en un planeta que gira sobre sí mismo y alrededor del sol y que forma parte de un vasto universo que gira en torbellinos, existimos todos juntos compartiendo el movimiento.
Con la fantasía de que se es un individuo único y separado del resto o, que se tiene todo bajo control: aspiraciones, proyectos, expectativas y realizaciones; se ha atravesado un año en el que juntos se va creando una nueva realidad: en el hogar con los próximos, en el barrio con los vecinos, en la escuela o en la universidad, en el trabajo, en la empresa; a esa acción se la llama co-crear.
Se co-crea una nueva realidad que debe sortear distinto tipo de limitaciones, ya sea que vengan de afuera sin que se haya elegido atravesarlas o que pertenezcan a la redefinición subjetiva del sujeto de la acción.
En la medida que la realidad se presenta cubierta de paradojas (dichos o hechos que parecen contrariar toda lógica); la mente individual y las construcciones identitarias grupales se ven fortalecidas. Ninguna respuesta en uso produce el mismo efecto, hay que generar respuestas nuevas.
El solo hecho de descubrir la dimensión del vínculo que une a las diferentes personas con quienes se da respuesta a situaciones paradojales, incrementa el respeto por el otro y por las circunstancias nuevas. El moverse juntos procurando resolver lo contradictorio, contiene una esperanza nueva acerca del camino, trae consigo una suerte de promesa.
La observación y el trabajo conjunto sobre lo real, construye el siguiente paso y va transformando progresivamente los antiguos arquetipos funcionales en todos los ámbitos y creando nuevos arquetipos individuales y colectivos.
Los programas que realizamos con las empresas para crear juntos y afianzar la comunicación interna, lleva a otros niveles de comprensión de la realidad. A veces no se comunica porque no es posible ponerles palabras a los procesos o aventurar resultados a futuro y otros porque no se alcanza a comprender qué se dice o qué significado tienen las palabras en este contexto. Si bien, hay hechos y situaciones que se comprenden en conjunto sin necesidad de palabras, alcanzar una forma de comunicación compartida, sirve de puente entre las personas y la realización. Es necesario aprender a identificarlo y crear otras formas de decir.
Ya estamos en un estadio de la comunicación que podemos describir como de interrelación universal, es posible comunicarse de manera recíproca, holográfica (mensajes en diferentes dimensiones) con todo aquello con lo que nos encontramos relacionados.
En este momento se trata entonces de incrementar la conciencia personal acerca de lo que se quiere compartir, incrementar, pensar o sentir. El poder personal para realizar, la libertad e independencia para pensar, sentir o hacer, resultan una preocupación o deseo, que es compartido.
Los últimos años se trataba de generar “bienestar” en empresas e instituciones, en la vida individual; meditación, respiración, alimentación, actividad física, vida espiritual; eran el foco de la temática. El equilibrio en la relación con el planeta, eran de alto interés los cambios geomagnéticos y la actividad solar; los “taquiones” (partículas que describen movimientos a velocidades superlumínicas), todo aquello que garantiza la vida sobre la tierra.
La pandemia trajo miedo, encierro, privación de la libertad, limitaciones de todo tipo, se modificó el orden de prioridad en los intereses y en las necesidades; cambió las relaciones entre las personas, con las circunstancias y con los objetos.
Evolucionamos en la medida en la que ampliamos la conciencia, en la medida en la que se comprende quién se es, que se es, que se hace, donde se está. Esa comprensión irradia hacia afuera y tiene un impacto positivo. Es la forma en la que la presencia individual afecta mediante la interacción, el campo de energía de otros individuos vivos y de los objetos.
Hay un cambio de paradigma y su abordaje exitoso es comunitario.
El trabajo que proponemos en empresas e instituciones pone el foco en la redefinición de los objetivos; circula en torno al ser humano y su relación con él mismo, con los otros y con los objetos. Procura hacer consciente los nuevos paradigmas y sus distintos abordajes; la necesidad de ser parte del conjunto, de crear nuevas respuestas, de compartir las soluciones.
Tenemos en la mira el Bienestar de todos y cada uno y vamos hacia el objetivo.
