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Alianzas en la pareja y en la familia

Alianzas en la pareja y en la familia

2019-02-13T12:36:12-03:00 febrero 13th, 2019|
Por María Viviana Torres

Las alianzas sostienen y a la vez, son el motor de una pareja y también de una familia.

Las alianzas se construyen, se diseñan, se conversan. Con la modalidad de un pacto las partes de una pareja que se aman y deciden transitar un camino juntas, traen a la escena sus dones, sus habilidades, sus formas de “hacer”, de “expresar lo que sienten”, “de ser”. También traen las historias de vida familiares, lo que eligieron traer como pautas de conexión o intercambio de su vida en familia. Sus bloqueos y también su motor de expansión.

La alianza es mucho más que un anillo, es el convenio mutuo de respetar la Unión, y a la otra persona plenamente. De respetar y aceptar la forma de ser y hacer de uno mismo y del otro; la capacidad de desplegar o la elección de sostenerse en retracción.

La existencia de una alianza se expresa por el equilibrio entre lo que cada uno da al otro y recibe del otro, implicando siempre la fórmula ganar/ganar, para ambas partes.

La alianza implica aceptación, hacer juntos y conjugar el “nosotros”; se sostiene en la cooperación, la confianza y el compromiso.

En alianza una pareja decide ser un vehículo para que otras personas pueblan el planeta y traen sus hijos. Ese “nosotros” qué incluye al hijo ya no podrá dejar de conjugarse más. El hijo habilita el espacio del para siempre.

Los hijos en el contexto de una pareja que ha realizado, convenido o construido una alianza previa, nace, crece y se desarrolla sobre un piso de seguridad. Madre, padres, abuelos se han comprometido para darle un espacio.

Las alianzas en familia, aquella que construyen padres e hijos, se sostiene en un nosotros saludable cuando todos alcanzan niveles óptimos de desarrollo, ninguno paga el precio del desarrollo o la evolución del otro, el equilibrio entre lo que cada uno da y recibe es armónico. Todos “recíprocan”.

Vivimos y transitamos vientos de cambio, este momento de la historia exige de las parejas y de las familias la construcción de alianzas en las que el honor, el Honrar al “UNO” qué habita en cada uno, se construya partir del equilibrio y la armonía, de acompañar el despliegue del “UNO” en el otro.

Han caído los tiempos de sometimientos desparejos, de mujeres que fecundan para ser sostenidas y cuidadas o que pueblan hogares para asegurarse de que serán cuidadas; de hombres que se autoprotegen por temor a ser saqueados y se entregan en forma parcial a la vida de pareja o de familia, desplegando una parte de su energía al servicio de cuidarse de los otros que integran su “alianza”.

Es necesario que los atributos individuales quedan al servicio del conjunto, lo que se sabe hacer bien se despliega para todos; la acción de cooperación mutua, de marchar juntos, de aprender a conjugar el “nosotros” arma, crea, nutre las alianzas. No hay lugar para reclamos, el Yo dice: “tu felicidad, tu alegría, es la mía”.

Las familias que se sostienen en el tiempo y cuyos hijos se desarrollan en plenitud  y alcanzan autonomìas autosustentables son fruto de alianzas dinámicas en las que participan  el padre y la madre, hijas e hijos, abuelos y abuelas. Ellos han realizado procesos en los que conjugaron el “nosotros”, con buenos resultados. Es el primer espacio en el que se aprende a construir alianzas: cocinan juntos, lavan el auto, preparan las tareas escolares, cuidan de los animales, aprenden y enseñan sus habilidades, organizan las vacaciones, realizan tareas por turno, van por un objetivo común. Se enseñan y comparten habilidades, nadie resiste recibir, dar ni aprender.

Algunos tips para construir alianzas en familia:

1.- reconocerse y amarse a uno mismo, ser consciente de su capital en habilidades, dones, virtudes, de aquello que pone al servicio del intercambio en la alianza. ¿qué tengo para entregar?¿cuales de mis habilidades integran esta alianza?

2.- comprender que cada persona es única y absolutamente libre, el “libre albedrío” es patrimonio humano, ninguna alianza trae el derecho de apropiarse de los pensamientos, sentimientos, emociones, del ser o el hacer del otro.

3.- respetar aquello que le pertenece a lo íntimo del otro porque es sagrado y no necesita ninguna evaluación.

4.- ser un vehículo de promoción de la evolución y el desarrollo de uno mismo y del otro para la noble realización del conjunto.

Vinimos para amarnos los unos a los otros, para Amar, Honrar y Cuidar de todo lo vivo. Las alianzas en las que el amor fluye en forma natural y espontánea, están más allá que cualquier análisis o cognición; no hay lugar para el sometimiento, la humillación, la inequidad, las diferencias excesivas entre sus miembros.

Cuando hay amor, todos ganan.

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